Disponer de un espacio en el que los niños puedan jugar y mantener ordenados todos sus juguetes es una opción a la que recurren cada vez más padres. Un cuarto de juegos infantil no tiene por qué convertirse en un lujo para el hogar. Si tienes suficiente espacio en casa, aprovecha para montar la habitación de los sueños de cualquier niño.
Ya sea dentro del propio dormitorio infantil, combinando el cuarto de estudios, e incluso en una zona compartida de la casa, tan solo tienes que seguir una serie de consejos para montar una habitación de juegos para los niños. Descubre cómo aprovechar el espacio para que tus hijos tengan a mano todo lo que necesitan, con estas alternativas aptas para todos los presupuestos.
Decoración para un cuarto de juegos infantil
Almacenaje para guardar los juguetes
La primera de las claves para organizar un cuarto de juegos para niñas y niños es aprovechar al máximo el espacio añadiendo todo tipo de muebles de almacenaje.

Desde estantes y armarios para tener todo a mano y bien organizado, hasta cestos y cajas en los que los niños puedan guardar solitos sus propios juguetes.

Los cuartos de juego tienden a desordenarse fácilmente. Es normal que los niños, si no tienen dónde poner sus juguetes, acaben por amontarlos en un rincón o a dejarlos tirados por el suelo.

Dejar a su alcance cestos y otros lugares dónde puedan colocarlos, les permitirá ser más organizados.

Para esos juegos para niños pequeños que menos usan, juegos de mesa, o juguetes que solo utilicen en momentos puntuales, los muebles altos son de gran utilidad para quitarlos de la vista.

Aprovecha para añadir estanterías altas, muebles con puertas cerradas, y armarios con altillos, ganando espacio de almacenamiento extra.
Alfombras y cojines
Otro de los imprescindibles en los cuartos de juego para niños son las alfombras, colchonetas y cojines grandes.

Los niños pasan mucho tiempo en el suelo, y no hay mejor forma de protegerlos del frío o evitar que se hagan daño con las caídas y golpes, que cubriendo el suelo de la habitación en la que pasarán más tiempo.

Las alfombras de colores son las preferidas de los interioristas para decorar cuarto de juegos. No son solo un elemento decorativo más, si no que pasarán a formar parte de los juegos de los niños, sobre el que podrán hacer diferentes juegos y actividades.

Para los bebés y niños más pequeños, las colchonetas aportan un extra de protección. Son tan cómodas y de fácil mantenimiento, que se convertirán en la favorita de los peques y los papás.

Las puedes encontrar en muchos colores, estampados y tamaños diferentes, para que encaje perfectamente con el espacio de la habitación.
Baldas para libros
En la decoración para cuarto de juegos nunca debe faltar un pequeño espacio para colocar los libros.

La mejor forma de fomentar la lectura desde bebés, promoviendo el amor por los libros, es dejarlos siempre al alcance de los peques con estantes a su altura.

El método Montessori nos invita a incluir en la decoración infantil baldas más bajas para que los bebés puedan coger los libros cuando les apetezca jugar con ellos. De esta manera los niños podrán tener a su alcance sus libros favoritos cuando les apetezca hojearlos.

Para niños mayores y adolescentes, las baldas se pueden colocar más altas.

Deja espacio suficiente para que tus hijos tengan ordenados todos sus libros, aprovechando la zona más alta de la habitación para dejar aquellos tomos que menos usen o que ya se hayan leído.
Rincón de lectura
Otra de las zonas favoritas en la decoración de un cuarto de juegos para niños es un pequeño rincón de lectura.

Porque los niños necesitan su propio espacio en casa en el que disfrutar de un ambiente tranquilo para sus lecturas, aprovecha para darles la intimidad que necesitan en su propio cuarto de juegos.

Hay muchos tipos de muebles y accesorios de decoración que se pueden usar para construir un rincón de lectura.

Para los más pequeños, basta con colocar algunos cojines en el suelo, e incluso utilizar una tienda de estilo tipi, añadiendo algunas luces en su interior para que puedan entrar a leer sus libros favoritos.

Los más mayores encontrarán más cómodo tener un puff o un sillón de lectura. Añade una pequeña mesita, algunos estantes y un buen flexo o lámpara, y seguro que tus hijos darán mucho uso a este espacio mientras disfrutan de sus libros preferidos.
Mesa para manualidades
Tampoco puede faltar en una habitación de juegos para niños una buena mesa para dibujar y hacer manualidades. El tamaño de la mesa y la altura dependerá de la edad del niño, evolucionando con él a medida que crece.

Todo bebé necesita una mesita pequeña con una silla a su medida para empezar a dibujar y colorear.

Esta mesa también viene fenomenal para todo tipo de actividades, como jugar a las cocinitas, tomar el té con sus muñecos, jugar a la escuela, o para hacer manualidades con sus hermanos o sus papás.

Cuando el niño comience a ir a clase, la mesa de actividades se puede convertir en un escritorio para estudiar y hacer los deberes.

En este caso necesitará un espacio extra y mucho almacenamiento para tener siempre a mano y bien ordenado el material escolar. ¡Sin olvidarnos de una buena mesa de escritorio que resulte cómoda!
Cine en casa
¿Quieres tener en casa el cuarto de niños más original de todos? Una de las ideas para niños más sorprendentes de los últimos meses es la creación de una sala de cine casero.

Gracias a los nuevos modelos de proyectores de vídeo baratos que hay en el mercado, si siempre has deseado tener una pantalla de cine, ahora es tu oportunidad.

En todas las habitaciones de juegos infantiles queda siempre una pared en blanco que podemos dejar libre para proyectar las películas. ¿No es este tu caso? No te preocupes, solo tienes que añadir una pantalla, colgándola del techo para bajarla cuando quieras ver una película con tus hijos.

Coloca frente a la pantalla algunos cojines, sillones, y mantas cómodas, para relajarte mientras disfrutas de una sesión de cine en familia. Los cuartos de juego son también para que los papás disfruten con sus hijos de estos momentos inolvidables.
Pared de pizarra
Saca el pequeño artista que lleva tu hijo en su interior permitiendo que pinte las paredes de su cuarto de juego. Es tan sencillo como cubrir una de las paredes con pintura de pizarra, en la que podrá pintar y borrar tantas veces como quiera.

La pintura de pizarra, o chalk paint es muy fácil de aplicar y permite escribir y dibujar sobre ella usando las tizas tradicionales.

Está en muchos colores diferentes, pero si quieres darle un efecto tradicional, escoge un tono oscuro, como el verde, el gris o el negro.

La tiza se borra fácilmente usando un paño húmedo o una esponja.

Así no tendrás que temer que tus peques pinten las paredes, porque tendrán su lugar para pintar, siempre bajo control para evitar sustos y manchas indeseadas.
Casita infantil
Otra forma de sorprender a los niños dándoles el cuarto de juegos infantil que siempre han deseado, es construirles una casita a su medida.

En el mercado hay casitas infantiles de madera ya prefabricadas. También puedes construirlas tú mismo si te gusta el bricolaje.

Desde casitas colgantes, casas elevadas a las que acceder con una escalera, hasta casas colocadas directamente sobre el suelo cuyo espacio superior se puede aprovechar también como almacenaje.

Si buscas algo más sencillo que sea fácil de retirar cuando tus hijos se hagan mayores, las tiendas de campaña y las tiendas de estilo indio de tela y madera son mucho más sencillas, y le darán a tus peques ese espacio de intimidad que tanto les gusta.
Camas elevadas
Cuando la sala de juegos para niños comparte espacio con la habitación en la que duerme, una manera de aprovechar al máximo cada centímetro es colocar camas elevadas.

Mucho más que una simple literas, este tipo de camas altas dejan un gran hueco debajo de ella para colocar un escritorio o una amplia zona de juegos.

Para evitar que la zona debajo de la cama quede en penumbra si la habitación no es muy luminosa, no te olvides de añadir algunos puntos de luz extra.

Combinando muebles, alfombras y algunos objetos decorativos, los niños aprovecharán mucho mejor esta zona que queda más resguardada.

Cuanto más elevada quede la cama, más cómodo resultará el espacio debajo de esta a medida que el niño crece. Al hacerse mayor es posible adaptarlo con una mesa de estudio, un sillón de lectura, o incluso alguna cama extra para las visitas de sus amigos.
Hamaca dentro de casa
Aunque para algunos puede suponer una locura, cuando no disponemos de un jardín en casa, los niños también pueden disfrutar de un columpio de interior.

Ya sea en forma de hamaca colgada de pared a pared, como columpio en el techo, y otras clases de asientos colgantes, seguro que a tus hijos les apasionará y le darán muchísimo uso.

Eso sí, asegúrate de usar la sujección correcta para que el columpio no se descuelgue ni dañe la pared o el techo dónde esté colocado.

Los columpios infantiles para interior suelen ser muy ligeros, y aguantan muy bien el peso de los niños.

Escoge el lugar perfecto para que tus hijos se puedan sentar a leer, jueguen con sus amiguitos o sus juguetes, y den rienda suelta a su imaginación con un columpio en su propio cuarto de juegos. ¡Seguro que tú también habrías deseado tener uno así cuando eras pequeño!
¿Qué colores elegir para decorar un cuarto de juegos?
El color es uno de los mayores estímulos para los niños. Aprovechando la decoración del cuarto de juegos, los expertos en puericultura aconsejan usar colores variados para pintar las paredes, los muebles y el resto de objetos decorativos.

Para habitaciones más pequeñas, el color blanco puede ser una base excelente sobre la que añadir el resto de tonalidades más vivas. Si quieres que la habitación se vea más luminosa y amplia, pinta las paredes de blanco, y escoge muebles blancos o de madera clara, que no abarroten demasiado el espacio.

El toque de color se puede añadir pintando una pared del color favorito de tus hijos, con papel pintado estampado, vinilos decorativos, o a través de los textiles. Las alfombras, cojines, cortinas, y muebles a todo color se ven mucho más divertidos en el cuarto de juego de los niños.

Los colores ocre, crema, tonos pastel o grises aportan calma en una habitación de estudio o cuarto para dormir. En cambio los tonos vivos como el rojo, amarillo, naranja, verde, azul y rosa son más estimulantes, dando alegría a la habitación y potenciando la imaginación de los más peques durante el juego.

Escoge con cuidado el color para decorar el cuarto de juegos, consultando a tus hijos qué colores les apetece más incluir. De esta forma sentirán más suya esta habitación de la casa, disfrutando de un espacio a su medida en el que lo pasarán bomba.